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Trump vuelve a culpar a México por crisis de fentanilo en EE.UU., pese a origen interno del problema

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    Redacción null
  • 17 jul
  • 2 Min. de lectura

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El presidente Donald Trump arremetió nuevamente contra México, responsabilizando a los cárteles de la droga y a los políticos mexicanos por la crisis de adicción al fentanilo que azota a Estados Unidos. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, donde promulgó la llamada Ley Alto al Fentanilo, Trump dirigió duras críticas al país vecino, aunque el primer testimonio que presentó fue el de un padre cuyo hijo desarrolló adicción a opioides legalmente recetados por una farmacéutica estadounidense.

“Hoy damos un golpe justo a los comerciantes de droga, traficantes de narcóticos y los cárteles criminales”, afirmó Trump. También señaló: “Los salvajes cárteles de droga y los traficantes criminales tienen un control tremendo sobre México y los políticos y las personas electas... Tenemos que hacer algo al respecto, no podemos dejar que eso pase”.

Sin ofrecer pruebas ni más detalles, Trump afirmó que “las autoridades mexicanas están aterradas, aterradas de presentarse en sus oficinas, aterradas de ir a trabajar por los cárteles”.

Pese a su nombre, la ley firmada por Trump no modifica la regulación existente sobre el fentanilo o sustancias relacionadas, que ya están estrictamente controladas en EE.UU. Su principal cambio es la introducción de penas mínimas obligatorias para quienes sean condenados por tráfico.

En el acto, al que asistieron familiares de víctimas por sobredosis y legisladores republicanos, Trump también responsabilizó a su sucesor, Joe Biden, por la crisis de adicción, acusándolo de inacción. No obstante, nadie en la sala mencionó que, según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las muertes por sobredosis de fentanilo aumentaron drásticamente durante el mandato de Trump y continuaron subiendo en los primeros años de Biden, hasta llegar a 111 mil al año. Sin embargo, en los últimos 16 meses del actual gobierno, esa cifra cayó 30%, situándose en 76 mil.

Durante el evento, Trump cedió la palabra a Greg Swan, de Michigan, quien compartió la historia de su hijo Drew. Según Swan, Drew se volvió adicto a los opioides tras recibirlos como tratamiento por una lesión deportiva. Trump comentó que “mucha gente se lesiona en deportes y uno deja el hospital como adicto”. Añadió que Drew logró vencer su adicción, pero falleció tras consumir una sola pastilla en forma casual.

Aunque el impacto del fentanilo ilegalmente producido, en parte importado desde México, está ampliamente documentado, las críticas de Trump no incluyeron a las farmacéuticas estadounidenses que promovieron de forma agresiva los opioides con escasa advertencia sobre su alto potencial adictivo. Un ejemplo clave es Purdue Pharma, fabricante del OxyContin, que pagó más de 7 mil millones de dólares en acuerdos legales antes de declararse en bancarrota en 2019. Ninguno de sus ejecutivos enfrentó cargos penales.

Como ha señalado La Jornada en reportajes previos, reducir el problema del fentanilo únicamente a la interdicción del narcotráfico proveniente de México deja fuera una parte esencial del fenómeno: el negocio está también controlado por redes criminales dentro de EE.UU., con distribución a cargo de grupos locales en diversas ciudades. Esta perspectiva es respaldada por expertos y documentos del propio gobierno federal.

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