Rigoberta Menchú recibe nacionalidad mexicana; SRE reconoce su legado en defensa de los derechos humanos
- Redacción null
- 18 jul
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La activista indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, recibió oficialmente la nacionalidad mexicana durante una ceremonia realizada en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El canciller Juan Ramón de la Fuente entregó la carta de naturalización a nombre de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reconociendo la destacada labor de Menchú en la defensa de los derechos humanos y de los pueblos indígenas, así como su valiosa participación en el ámbito académico tanto nacional como internacional.
Durante el acto protocolario, Menchú expresó su gratitud por este reconocimiento:"Muy agradecida y emocionada por recibir de manos del canciller Juan Ramón de la Fuente mi carta de naturalización", manifestó la activista al recibir el documento.
Una vida dedicada a la justicia social
Nacida el 9 de enero de 1959 en Chimel, una comunidad del municipio de San Miguel Uspantán, en el Departamento de El Quiché, Guatemala, Rigoberta Menchú ha sido reconocida internacionalmente por su lucha en favor de la paz, la equidad y los derechos de los pueblos originarios.
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), desde muy joven Menchú vivió en condiciones de pobreza y fue víctima de discriminación racial. Comenzó a trabajar en el campo a los cinco años junto a su familia en fincas de terratenientes, y más adelante, durante su adolescencia, se empleó como trabajadora doméstica en la capital guatemalteca.
Su juventud estuvo marcada por la violencia del conflicto armado interno que azotó Guatemala. En ese contexto, el Estado implementó una política represiva que incluyó actos de exterminio contra comunidades indígenas, lo que motivó a Menchú a involucrarse en la lucha social.
En 1977 se integró al Comité de Unidad Campesina, y en 1979 se sumó de manera formal a la organización. Su activismo la llevó a participar en foros internacionales para denunciar las injusticias sociales y políticas que afectaban a su país.
Debido a la persecución que enfrentó por su labor política, se exilió en México en 1981, con el apoyo de organizaciones religiosas de corte católico.
En 1992, Menchú fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose en la primera mujer indígena y la persona más joven en recibir esta distinción. Actualmente, tanto la medalla como el diploma del Premio Nobel que recibió se encuentran resguardados en el Museo del Templo Mayor de la Ciudad de México.
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